El Alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo.
El Alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo.
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Alcalde Pumarejo urge al Congreso nuevas normas contra invasiones de tierras

A raíz del aumento de este flagelo.

Por José Granados Fernández
Twitter: @JoseGranadosF

El Congreso de la República debe debatir, revisar y expedir nuevas normas que protejan, de manera más rápida, a los dueños de tierras e inmuebles, afirmó el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, a raíz del aumento de las invasiones de predios rurales y urbanos en todo el territorio nacional.

“Ese debate debe darse y es muy relevante en este momento: el despojo de tierras, la violencia por cuenta de la propiedad de la tierra, no sólo le está sucediendo a grandes propietarios de fincas o terrenos, sino que afecta a pequeños propietarios que tienen un patio o una parcela”, manifestó.

Dijo que es necesario proteger a los propietarios que intentan desalojar por medio de la violencia.

“Creo que debe darse un debate en el Congreso que actualice las leyes que tienen que ver con la propiedad, la posesión de tierras, para proteger al propietario de buena fe, para proteger a quienes, por medio de la violencia, intentan despojar de sus pertenencias”, sostuvo Pumarejo.

Afirmó que los colombianos entienden que debe haber una reforma agraria, proceso que él comparte, pero que éste “no puede ir en contravía de la propiedad privada, ni puede ir en contra de la protección democrática de los bienes”.

Pumarejo calificó las invasiones como un “juego sin fin” que, a su juicio, “se acabará cuando las leyes de propiedad sean más acuciosas para cuidar a los propietarios, en especial al que no tiene fuerza, pero espera que prevalezca la ley”.

Al recordar desafortunados casos que han sucedido -y siguen sucediendo- en Barranquilla, por ejemplo en el barrio El Rubí, prolongación de la carrera 38 hacia la Circunvalar, el Alcalde urgió las nuevas normas contra las invasiones u ocupaciones de tierras porque muchas veces detrás de esos actos violentos hay bandas organizadas, y otros negociantes, que se adueñan de terrenos para venderlos; o los invaden y los venden a pesar de que no son viables para vivir, con lo cual les dejan un problema a los compradores que prácticamente terminan estafados.

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